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Mi misión es destruir un grupo de camiones aparcados en un patio interior custodiado por mafiosos, al que sólo se puede acceder por una valla metálica, está rodeado por edificios en los que hay también apostados francotiradores.
Todo indica que tengo que entrar con algún vehículo atravesando la valla a lo bestia, y una vez dentro, comenzar un tiroteo. Pero sé que una vez entre, desde el coche no tengo mucho ángulo para matar a todos los que hay, y si salgo del coche para cubrirme tras él e ir matándolos, los francotiradores acabarán conmigo, ya que soy el centro, una diana, no puedo ocuparme de todos a la vez.
No saben que voy, no están alarmados, no hasta que pegue el primer tiro. Tengo tiempo. Así que en contra de lo que parece el camino a seguir, me doy la vuelta e investigo un poco el entorno. Necesito una posición desde la que matar a los francotiradores antes de comenzar un tiroteo, en cuanto se alarmen sé que se van a poner a cubierto, y desde abajo no podré dispararles de ninguna manera.
Encuentro un edificio no muy alto, de 1 planta y media, y no muy lejos de allí, no para un Rifle de Francotirador, sí para cualquier otro arma. He de subir ahí, pensé.
Dejé un coche cerca de la valla a romper, para cogerlo más tarde. Di una vuelta buscando la manera de trepar, y al final, saltando un muro, subiendome en unos contenedores, conseguí saltar a un entresuelo desde el cual luego pude acceder al tejado de ese edificio.
Desde allí, y con el rifle de precisión, maté uno a uno a los francotiradores, alarmé a todos los de abajo que se pusieron a cubierto, pero no importa, lo iban a hacer de todos modos, sin embargo, de este modo, teniendo altura, pude matar a los francotiradores por más que se intentasen cubrir.
Con todo esto la policía se alarmó, lo cierto es que no pensé en ello y cuando me quise dar cuenta e iba a bajar del edificio para arremeter contra la valla, todo estaba lleno de coches patrulla pegandome tiros. Los mafiosos también me disparaban a lo lejos. Ahora me estaba enfrentando al doble de lo planeado.
Pero eso no es todo, como los mafiosos me disparaban, y la policía lo veía, comenzó también un tiroteo entre ellos, la policía me estaba ayudando a hacer el trabajo. Con el fuego cruzado entre ellos, el coche que dejé preparado para arremeter, fue tiroteado y explotó, mi plan al garete. Apareció un helicóptero de la policía que, disparándome desde arriba, me hizo salir del sitio donde estaba agazapado, tras unos bloques extractores en la azotea.
Ahí me veía yo, habiendo pasando de una situación de entrada difícil, a un plan bastante chulo que me lo ponía fácil, y viendo como todos mis planes daban un giro de 180º para acabar en una situación todavía más complicada que la primera, y ahora estaba en la calle corriendo por mi vida, buscando algún coche donde meterme.
Según giro la esquina veo como más de 10 coches patrulla (sí, sí, más de 10, la calle estaba llena a lo lejos, nunca vi tantos) venían para unirse a la fiesta.
Encontré una furgoneta asquerosa y mala, pero no estaba la cosa para andar eligiendo, la cogí y decidí intentar acabar mi misión a trancas y barrancas. Lo cierto es que de tanto tiroteo imprevisto, cuando quise entrar apenas tenía vida, y al entrar en el patio interior todos comenzaron a acribillar la furgoneta, viendo mi vida casi a 0 y mi furgoneta que comenzaba a arder (iba a explotar en nada) decidí salir corriendo, nada más abrir la puerta me quemé con las llamas (no sabía que podía pasar eso en el juego), y como apenas tenía vida, morí. Una muerte absurda y a la vez una situación épica. Fracasé, pero cómo me lo pasé, volvería a disfrutar muriendo en otra así.
Qué bueno es el GTA IV.
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