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Hay días que es mejor no levantarse, vaya una forma de empezar el día, y ésto es sólo por la mañana al ir al trabajo, no quiero ni pensar qué puede pasar durante el trabajo o al volver.
Debido a mi falta absoluta de tiempo, si un día me cruzo con una mosca por el camino, ya me retrasa, el caso es que ayer me acosté tarde, hoy por consiguiente me levanto y salgo tarde para el trabajo, y aquí comienza la odisea. En el metro al ir a jugar a la PSP en la que anoche, a toda prisa, metí el Dragon Ball, el Pes5 y el MotoGP, veo que el Pes5 no va, con las prisas anoche metí la ISO equivocada. Hala, ya no hay Pes que valga. Del MotoGP, con las mismas prisas, metí otra versión distinta de la que yo tenía partidas salvadas en la tarjeta de memoria, paso de empezar desde 0 otro mundial entero, hala, hoy todo el día al Dragon Ball... o vaya, no, tampoco hay Dragon Ball, el metro está tan lleno de gente que no tengo sitio para jugar, hoy no hay juego.
Pero eso es algo superficial, un detallito poco importante realmente, lo bueno viene ahora. Cuando decido coger la ruta del cercanías en lugar del primero de los 2 buses que cojo para así evitar los atascos que muy probablemente haya a la salida de Madrid, resulta que hoy, justamente hoy y justamente en los 10 minutos que yo uso en el cercanías, se tiene que escuchar por megafonía que "por problemas técnicos el tren tendrá un retraso de 15 minutos", lo que no sólo me retrasó 15 minutos más, también hizo que se acumulase gente a la espera y luego no entrásen todos (no entraban más y la gente aún así en la puerta empujaba para dentro a ver si aplastando o matando a alquien entraba medio brazo más de uno), me quedé sin entrar, esperé al siguiente tren (hala, más retraso), también muy lleno, monté apretado como una sardina en lata, y luego por pitos o flautas y el hacinamiento humano (no se veía más allá de 10 cm, estaba rodeado y aplastado por cabezas, espaldas, brazos, rinocerontes...) me desorienté y se me pasó la parada. Me bajé en la siguiente, cambié de vía y monté en el que iba en dirección contraria para volver a mi parada. Mil años después, al llegar e ir a la parada del bus, que se acababa de ir, espero al siguiente que, debido a los atascos a la salida de Madrid, llega con retraso. Al final llego casi una hora tarde al trabajo y para compensar seguramente saldré un poco más tarde hoy, lo que se traduce en llegar a casa también más tarde y el márgen mínimo que tengo de tiempo para hacerme la comida para el día siguiente, cenar y etc, etc, me dejará en números negativos de tiempo necesario. Lo que se resume en que me acostaré más tarde y como la hora de levantarme es la misma (que ya de por si es apurada o incluso retardada), dormiré menos de lo que duermo y que para mi ya de por sí es poco. Y el círculo se irá cerrando hasta que un día se produzca una implosión o explosión o algo raro, y de mi saldrán Loco Rocos.
Y para terminar, al llegar al curro y meter la comida en el frigo vi que con el achucharramiento del cercanías me han destrozado la mandarina que iba a tomar de postre.
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