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Vivimos... Intentamos labrarnos un futuro, conseguir casa, trabajo... amigos, conocer gente, pasarnos videojuegos, estar al tanto de películas que van a salir, leer, adquirir conocimiento, probar experiencias, saber, conocer, pasar el tiempo, hacer cosas... pero luego, ¿para qué? vamos a morirnos, nos estamos aferrando a una vida de la qu eno vamos a salir con vida, pasa el tiempo y nos va gustando el hacer cosas y luego nos las vana quitar todas, llegará un momento de viejos en los que sabremos que no vamos a poder seguir haciendo todo lo que hacemos, que nos vamos a morir. Dicen que mientras llega ese momento seamos felices, ya, si sí, muy felices mientras estemos, pero cuánto más felices seamos con lo que tenemos más nos costará desarraigarnos de la idea de que lo vamos a perder todo, llegará un momento en que sabremos que dentro de poco ya no podremos seguir haciendo eso que hacíamos, sabremos que no podremos ir a ver esa película que saldrá, o jugar a ese videojuego que están haciendo.
Dicen que que hay que disfrutar al máximo de todo y que "me quiten lo bailado", pero es que no sólo me quitarán lo bailado, sino que me quitan lo que podría bailar. Y eso es lo angustioso. Puedo vivir el día a día sin pensar en lo que pasará mañana, nunca se sabe (aunque está casi claro), pero aunque no sepa qué pasará mañana, si sé que pasará dentro de X tiempo, y si encima quieres a alguien es peor aún, porque sabes que por más que quieras estar con esa persona, tarde o temprano, por muerte de alguno, dejaréis de estar. No sé el camino, pero sí el final, no se el medio, pero sí el fin.
Con el temor ese tampoco podemos dejar de hacer cosas porque entonces no sólo te quedarás sin nada al morir, sino que además en vida te morirás de asco.
Y aunque suene reiterativo, nos dicen que mientras tantodisfrutemos lo máximo de la vida, pero es una utopía, no podemos disfrutar de nada, tenemos que atenernos a una vida preestablecida con unos horarios un trabajo y amoldar todo y absolutamente todo a ello, depender de ello para poder hacer algunas otras cosas. O eso o irnos al campo desarraigándonos de todas las cosas a las que estamos ya aferrados, cosa que a muchos (como yo) nos costaría más aún.
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