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Siguientdo la cadena que Ángellll me ha encadenado, aunque ya la había leído antes en el Blog de la perversa, cruel, psicópata y malévola (por no encadenarme :( ) autora de Cachitos de Chocolate, y después en Blogtellas. Mis manías:
... Aquí es donde esperaríais leerlas normalmente, pero resulta que yo ya las escribí hace mucho en este blog, y pueden leerlas mirando en uno de los archivos de Marzo del 2005 de este blog.
Aunque si os la pone más dura que las vuelva a poner, de acuerdo, ahí van de nuevo (Copy&Paste):
Tengo la manía o costumbre de: - Llevar a la gente siempre a mi izquierda, procuro ponerme a la derecha si es posible, más aún en el cine. - Olerme el bigote. - Absorber el aire con la boca envansándolo al vacío, de las bolsas de pan de molde, de pan de hamburguesas y demás cosas, para que duren más. - Oler absulotamente todo. - Soltar la cadena antes de que suelte todo el agua, cuando sólo he hecho usos menores del WC. - Colocar las lonchas de queso de sandwich en la mesa con su plastiquito abierto y dejándolas en orden, paralelas, cuando me voy a hacer uno. - Ordenar en la despensa las latas de sardinas y los productos en orden de fecha de caducidad (aunque caduquen en el 2007 y me los vaya a comer en una semana) - Quitar todas las florituras y botones gordos de los programas siempre que puedo. Dejándolos casi todos ellos simples, para escribir sólo uso el Notepad y en el Messenger tengo desactivadas hasta las ventanitas emergentes, en el MSN7 tengo desactivadas todas las tonterías de Winks, temblores y demás, sólo tengo los iconos animados, en el Windows XP tengo todo el tema de XP de entorno azul, de botones gordos y de carpetas de XP quitado, lo tengo en modo clásico. - Limarme las uñas como un pijo después de habérmelas cortado de manera grotesca a mordiscos. - Beber zumo de piña después de follar. - Colocar los DVDs de manera que toda película que toque a otra tenga alguna relación con ésta, ya sea de actores, de tema o de caja, si no, las separo. - Andar por la calle con las manos como un canguro, dobladas a la altura de la boca del estómago. - Cambiar una y otra vez de cámara, de primera a tercera persona en los videojuegos en los que se puede, muriéndome de indecisión de con qué camara jugar, hasta que al final, si se juega igual con las dos, acabar dejando el juego para prevenir un ataque de ira porque soy la persona más indecisa que existe. - Poner el despertador media hora antes, para así poderlo apagar un par de veces antes de levantarme y no tener que hacerlo nada más sonar.
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